El recuerdo de su entrega todavía emociona; pone la piel de gallina. Rodrigo Roncero, casi en una pierna producto de un pequeño desgarro en el aductor del muslo izquierdo que lo atacó ante Escocia, no se cansaba de mandar al piso a los de camiseta negra. Y los que caían, uno atrás del otro, eran nada menos que de Nueva Zelanda, el mejor seleccionado del mundo que, luego, se consagraría campeón del mundo. En total fueron 12 tackles en 39 minutos de juego, tiempo en el que su pierna, en el éxtasis del esfuerzo, dijo basta y debió ser reemplazado.
Aquella batalla, en la que los Pumas nuevamente demostraron estar a la altura de las potencias, fue el 9 de octubre. Y el pilar argentino recién pudo regresar a la acción el sábado pasado, en la caída del Stade Francais ante Toulouse por 18-15 -fue titular-, por la 9º jornada del Top 14 francés. "Llegué medio justo con la recuperación; no pude entrenar demasiado para este partido", explica Roncero, que igualmente estuvo en cancha 75 minutos -fue reemplazado por Rabah Slimani-.
Durante toda la permanencia celeste y blanca en territorio kiwi, Rorro, de 34 años -cumple 35 en febrero-, se encargo de repetir una, dos, mil veces que aquel era su último Mundial. Hoy, con el camino copero finalizado, parece mantener su decisión. "Mi cabeza está lejos de querer igualar lo que hizo Mario -disputó la RWC con 38 años-. Lo que sí me gustaría es que Tati (Santiago Phelan; el head coach) siguiera, porque demostró que con tiempo de trabajo pudo armar un equipo, un grupo competitivo. El balance fue muy positivo. Hay material para seguir creciendo y creyendo", opina el forward, con 47 caps sobre su espalda.
-¿Ya estás totalmente convencido de no apuntarle a Inglaterra 2015?-Sí, bah, vamos paso a paso, aunque no creo que llegue mentalmente. Es más, no sé qué puede pasar después de junio del año que viene.
-¿Qué querés decir?
-Nada en concreto; sólo pienso. Mi contrato con el Stade Francais termina en seis meses y no tengo idea qué sucederá. Por eso mi cabeza está enfocada de acá a junio. No voy más allá.
-¿Jugarías en otro equipo que no fuera el Stade Francais -juega allí desde la temporada 2004/2005-?
-No. Mi único club fuera de la Argentina es éste. Y allá, obvio, es Deportiva Francesa.
-¿Estás analizando la posibilidad de retirarte?
-Te soy sincero, muy sincero: no lo sé. No abro la puerta, pero tampoco la cierro. En junio hablamos...
Final abierto disparado por la duda de Rorro. La mecha de uno de los mejores pilares izquierdos de la historia del rugby argentino parece estar consumiéndose y sólo él, en una decisión bien íntima, decidirá si la termina apagando antes de tiempo.
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