La RWC de Nueva Zelanda fue una fiesta total, sin embargo dejó un sabor agridulce de cara al Mundial de Inglaterra: los All Blacks y los Wallabies amenazaron con boicotear el próximo torneo si no reciben una participación más grande de las ganancias.
Los kiwis, que pasaron un periodo de sequía de 24 años para conseguir su segunda copa Webb Ellis, se agrandaron con el título logrado por Graham Henry y sus muchachos y ahora quieren más. Su dos trofeos, sumados a los dos de Australia (1991 y 1999), representan más de la mitad de los mundiales disputados hasta ahora.
A pesar de la postura de ambas uniones, en la International Rugby Board dan el tema como cerrado y descartan la amenaza por completo.
"No tendremos problema en persuadirlos de que participen", tranquilizó Mike Miller. "Cuando se trata de ganancias, todos quieren maximizar lo que reciben".
En marzo habrá reunión de las uniones del Tier 1.
Uno de los temas en la mesa seguramente sea este.