Lesionado en la final del Mundial, los estudios revelaron que el apertura de los All Blacks no sufrió rotura ligamentaria y llegará al inicio del Super Rugby.
Aaron Cruden no le escapó a la maldición que cayó sobre los aperturas de los All Blacks, pero puede considerarse más afortunado que sus antecesores Dan Carter y Colin Slade. Tras los estudios realizados el jueves, los médicos determinaron que no debe ser intervenido quirúrgicamente.
Cruden sufrió un esguince de rodilla durante el primer tiempo de la final ante Francia y debió salir reemplazado. Al finalizar el partido, se lo vio retirando su medalla dorada ayudado por muletas. Se temía lo peor.
Pero los hinchas de los Chiefs pueden estar tranquilos. Los estudios revelaron que aunque existe distención ligamentaria en la rodilla, no hay rotura, por lo que no debe someterse a una operación y podrá estar en el estreno del Super Rugby.
El apertura, de 22 años, es una de las piezas claves en la franquicia de Waikato y se espera que esté recuperado para el 24 de febrero, día que comienza la temporada del Super Rugby.
Cruden sufrió un esguince de rodilla durante el primer tiempo de la final ante Francia y debió salir reemplazado. Al finalizar el partido, se lo vio retirando su medalla dorada ayudado por muletas. Se temía lo peor.
Pero los hinchas de los Chiefs pueden estar tranquilos. Los estudios revelaron que aunque existe distención ligamentaria en la rodilla, no hay rotura, por lo que no debe someterse a una operación y podrá estar en el estreno del Super Rugby.
El apertura, de 22 años, es una de las piezas claves en la franquicia de Waikato y se espera que esté recuperado para el 24 de febrero, día que comienza la temporada del Super Rugby.