foto Ricardo Holle - bochas yguindas
Finalizada la etapa clasificatoria y definidos ya los equipos que afrontarán la segunda ronda, podemos concluir sin duda alguna que las expectativas trazadas por el cuerpo técnico y plantel de Los Pumas, ha sido cumplido. Y con creces.
Y digo con creces, por que aquel objetivo de “superar la primera ronda” del mundial, que en copas anteriores aparecía como un sueño de difícil alcance para nuestro rugby, hoy se nos presenta y de hecho se alcanzo en cierto modo ...cómodamente.
Esto lo digo sin intentar menospreciar el logro, sino justamente para elogiar y celebrar le innegable realidad por la que hoy atraviesa nuestro rugby en el concierto mundial, que es de consolidación de los puestos de vanguardia, que comenzó en 2007 con el brillante tercer puesto.
Y si, les guste o no a los críticos de siempre, hoy por hoy Los Pumas están ya entre las grandes potencias.
Nuestros desempeños en las principales citas ecuménicas, dejaron de ser hazañas o epopeyas, para pasar a convertirse en concretos resultados, producto de un juego ejecutado por notables jugadores profesionales que nada tienen que envidiar a los popes del rugby.
De hecho, pensemos que Argentina estuvo a punto de derrotar a Inglaterra, vencieron a Escocia, y sin esforzarse demostraron neta superioridad frente a equipos de nivel medio.
Y todo esto, sin contar con Juan Martín Hernández, uno de los mejores jugadores del mundo; sufriendo las lesiones de Roncero, Contempomi, y Juan Fernández Lobbe, pilares fundamentales del juego de Los Pumas. A ello, sumarle la escasa competencia previa, en comparación a los grandes.
En síntesis, podemos estar orgullosos y felices, porque la proyección es enorme teniendo en cuenta lo que se viene (Cuatro Naciones), que capacitará aún mas a nuestros Pumas.
Mas allá de lo que pase frente a los All Blacks, festejemos y celebremos.
Marcelo Faggi