ProFocus / Sánchez ChecaGran desafío: Carizza-Camacho vs. Creevy-Senatore
¿Las parejas? Cantadas. Carizza-Camacho contra Creevy-Senatore. "Qué bien que es televisado, así queda claro quiénes son los mejores", primereó el hooker, mientras la cámara de ESPN se preparaba para registrar un partido en el que el orgullo estaba en juego. "Hay que llevarla y traerla. Y la blanca nunca al agujero (buchaca); no nos confiemos", tiró Leo, bajándole los humos triunfalistas a su compañero.
El que rompió fue Carizza. Ralladas para ellos y lisas para sus rivales. ¿El nivel de Los Pumas? Mejor, que se dediquen al rugby. "Estamos parejos, eh. Los cuatro somos muy malos", bromeó Manucho. "Callate que nos toca a nosotros. Ubiquémoslas, Leo, sepamos jugar", retrucó Agustín, poniéndose la pilcha del director técnico de la dupla.
ProFocus / Sánchez ChecaEl wing Gonzalo Camacho, concentradísimo
El final llegó de la mano de Manucho Carizza y su "Gonza, ¿puedo romper todo?". Y rompió. Fortísimo tiro para que la bola blanca se incruste en la buchaca del medio. Festejos y cargadas rivales.
"¿Hay revancha?", se escuchó. Y hubo. Lisas para Carizza-Camacho y ralladas para Creevy-Senatore. ¿Mejoró el nivel? No demasiado, aunque el hooker, una máquina de tirar chistes, intentó explicar la situación. "El tema es fácil. Cuando yo le pego, mis bolas siempre quedan cerca de entrar. En resumen, tengo el tiro y ellos no." "Pero si estás errando las fáciles, ¿de qué me hablás?", le contestó Manucho. "Sí, pero al tiro lo tengo igual, ja", remató el platenses.
ProFocus / Sánchez ChecaLos ganadores: Agustín Creevy y Leo Senatore
Las gastadas, las bromas y las excusas fueron la música de moda en la caminata de vuelta al hotel. Pero una vez en el lobby, los cuatro se volvieron a concentrar en lo importante, en el partido de sus vidas, en Escocia. Porque ahí no hay excusas ni bromas que valgan. Ahí saben que tienen que ganar o ganar.
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